Eczema en el trabajo

Eczema en el trabajo: causas y soluciones

Eczema en el trabajo

Las profesiones más afectadas

Algunas profesiones nos exponen más al contacto con productos que pueden causar eczema, ya sea porque son irritantes o porque contienen alérgenos. Se trata, en su mayoría, de oficios manuales.

A continuación incluimos la lista de profesiones más expuestas al eczema de origen laboral:

  • Peluqueros
  • Personal sanitario: trabajadores de hospitales, enfermeros, dentistas y personal dental
  • Oficios de la construcción
  • Personal de limpieza
  • Oficios de la metalurgia
  • Oficios de la alimentación: panaderos, cocineros
  • Floristas, jardineros
  • Agricultores
  • Veterinarios

¿Qué hacer cuando se sufre de eczema de origen laboral?

Identificar el eczema

Eczema de contacto

El eczema de origen laboral es un eczema de contacto. La piel entra periódicamente en contacto con una sustancia a la que reacciona de forma anormal. Pueden darse dos casos:

  • eczema alérgico causado por tintes, aceites industriales, resinas plásticas y pegamentos, tintas, pinturas, metales, plantas...
  • eczema irritante debido a una manipulación recurrente de detergentes, un uso excesivo de jabón o de productos desengrasantes...

La dermitis de contacto debido a las proteínas

Se trata de un eczema muy extendido, pero infravalorado, que afecta sobre todo a los profesionales de la industria alimentaria y a quienes trabajan en contacto con animales. Las proteínas sensibilizantes pueden ser de origen vegetal (verduras, frutas...), animal (carne, huevos, líquido amniótico de la vaca...), e incluso proceder de hongos y enzimas. Algunos ejemplos típicos son el cocinero que manipula el salmón, el panadero que utiliza la harina, el veterinario que interviene en un parto... El látex de los guantes de goma también puede originar este tipo de eczema.

La dermatitis puede presentarse a la vez en forma de alergia inmediata (picor o urticaria) y de alergia retardada: al cabo de unas horas o días con un eczema.

Eczema atópico

El eczema atópico puede desencadenarse o agravarse por una actividad laboral que causa irritación. Además, al eczema atópico puede sumarse un eczema de contacto. De hecho, es importante destacar que las personas con eczema atópico tienen más probabilidades de desarrollar un eczema de contacto de origen laboral: esto es algo a tener en cuenta al principio de plantearse su carrera profesional, para no orientarse hacia un oficio de riesgo que luego podríamos vernos obligados a dejar.

El seguimiento médico

Como se trata de un caso de eczema de contacto de origen laboral, su médico de cabecera o médico laboral le remitirá a un especialista en dermatología y alergología para dar con la sustancia implicada. Este profesional le hará muchas preguntas sobre sus hábitos de trabajo para identificar la sustancia que provoca la alergia si se trata de un eczema alérgico, o el irritante en caso de eczema irritativo. A continuación, le hará pruebas con las sustancias sospechosas. Puede hacerse con los “carnés de identidad” de los productos empleados consultando los fabricantes (Fichas de Datos de Seguridad) para saber si contienen sustancias potencialmente alergénicas y orientar las pruebas en función.

En cuanto al tratamiento, la crema con cortisona (dermocorticoides) es el tratamiento de referencia, como para todos los eczemas. Debe combinarse con un tratamiento hidratante para reparar la piel y, por supuesto, ¡hay que mantener la sustancia implicada alejada! Para los casos más graves existen otros tratamientos generales para el eczema.

El eczema de las manos: el más habitual en el lugar de trabajo

Un eczema particularmente doloroso

Si tiene un eczema en las manos, es muy probable que esté relacionado con su trabajo: es el caso en una de cada dos veces. Un veterinario que presenta una alergia al líquido amniótico de la vaca, un peluquero que reacciona a los tintes capilares o un eczema irritativo asociado a las horas y horas pasadas lavando la vajilla en un restaurante... En las manos, el eczema puede ser especialmente doloroso e incapacitante, ya que las utilizamos con mucha frecuencia. Este tipo de eczema tiende a durar y a volverse crónico o incluso grave.

El mejor reflejo: ¡ponerse guantes!

Hay que protegerse bien las manos, y no solo en el lugar de trabajo. A la hora de realizar cualquier tarea manual, como lavar los platos o pelar las verduras, conviene usar guantes para prevenir o evitar que se agrave el eczema.

El tipo de guantes debe adaptarse caso por caso. Otro hábito imprescindible: consultar el tiempo de penetración de los disolventes/ingredientes químicos en la web de Shield Scientific.

Conviene cambiar los guantes periódicamente, ya que con el desgaste al usarlos se vuelven porosos y dejan de cumplir su función protectora. Tampoco deben llevarse durante mucho tiempo, porque la piel que queda cubierta se vuelve demasiado húmeda. Después de 20 a 30 minutos, es necesario cambiar de par. En caso de eczema grave, se pueden usar guantes de algodón bajo los guantes de plástico o de goma.

Impacto profesional

Enfermedad profesional y gestión

Dado que puede dar lugar a diversas bajas laborales o a solicitudes de disposiciones específicas, el eczema de origen laboral puede provocar tensiones o conflictos con su empleador.

Infórmese sobre sus derechos, ya que son más de lo que suele pensarse, incluyendo en algunos casos la posibilidad de obtener un reconocimiento como trabajador con discapacidad o el reconocimiento de una enfermedad profesional (en España, cuadro de Enfermedades Profesionales del Real Decreto 1299/2006).

Buscar soluciones antes de plantearse una reconversión

En los casos más graves y crónicos, puede recomendarse una reorientación profesional, a veces incluso financiada con un proyecto de formación.

Sin embargo, el eczema de origen laboral no siempre deriva en un cambio de profesión. A menudo hay soluciones que pueden evitar esta situación, como una simple adaptación del puesto de trabajo o ciertas precauciones, como el uso de guantes.

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